
Aquellos dias míos eran
extraordinarios, sin el ruido trivial de la ciudad, sin luz
eléctrica, sin internet, sin distracciones mentales estúpidas -la
televisión, por ejemplo-, estaban sólo las dos: la luz de las estrellas
-irradiada desde los confines del universo- y mis retinas, mis retinas
que tan sólo tenían ocho años.
Justamente en ese tiempo, empecé a cuestionarme sobre el origen de las estrellas, del cielo, de los asteroides, de los planetas; ¿Cuándo se crearon? ¿Quién los creó? ¿Cómo se formaron? ¿Porqué siempre están allí? También imaginaba la forma de trasladarme a través del tiempo, al mismísimo momento en que se creó la primera estrella, pero intuitivamente pensaba que viajar en el tiempo era imposible.
Justamente en ese tiempo, empecé a cuestionarme sobre el origen de las estrellas, del cielo, de los asteroides, de los planetas; ¿Cuándo se crearon? ¿Quién los creó? ¿Cómo se formaron? ¿Porqué siempre están allí? También imaginaba la forma de trasladarme a través del tiempo, al mismísimo momento en que se creó la primera estrella, pero intuitivamente pensaba que viajar en el tiempo era imposible.
Para mi satisfacción, recientes postulados científicos -sobre todo de los astrofísicos teorícos-,
enhebran la teoría de que es factible viajar en el tiempo, al menos
lo conciben en sus mentes, basados en los nuevos conocimientos y
respetando las actuales leyes físicas. La idea de que el tiempo es una
variable que permanece constante en el tejido espacio-tiempo, ya fue
desechada. En realidad el tiempo tiene sus variaciones dependiendo del
espacio y de la masa de los objetos circundantes. Imaginemos un río,
para ser más preciso y nacionalista, tomemos como ejemplo el Río Tumbes.
El Río Tumbes nace en Ecuador -allí se llama Puyango- y a través de su
recorrido hasta el litoral peruano, tiene partes donde es más o menos
profundo, más o menos caudaloso, más o menos angosto, por lo tanto, la
velocidad del río varía de acuerdo a ciertos posiciones; no podemos
decir que es el mismo río siempre, ya que el agua es diferente, así como
su velocidad y volumen. Algo similar es con el tiempo, en determinados
lugares del espacio, su comportamiento es más o menos rápido,
dependiendo de ciertas características.
Vamos a mencionar las tres posibles teorías que nos permitirían viajar en el tiempo y espero ser lo más claro posible.
Teoría I: Los Agujeros de Gusano:
Así como existen los
agujeros negros, que son los objetos más terribles conocidos -que ni
siquiera la luz puede escapar de su fuerza de atracción-, también existen los agujeros de gusanos, son portales o túneles que comunican dimensiones diferentes.
Los agujeros de gusano
están en nuestro alrededor, pero son muy, pero muy pequeños. Se crean
en las ranuras del espacio y del tiempo. Así como cualquier objeto
físico, como una pelota de fútbol o una Ipad de Apple parece tan
compacta, en realidad tienen grietas y poros. Si es que los analizamos a
nivel molecular, llegamos a la conclusión que nada es compacto y sólido en todo, es un principio físico fundamental.
Lo mismo ocurre con el tiempo, si somos los suficientemente pequeños, a escala inclusive más pequeña que los quarks, nos encontraremos con un área misteriosa llamada Espuma Cuántica -quizás
sea el viento de la creación-, aquí, en esta zona se localizan los
agujeros de gusano, túneles o atajos en el tiempo, aparecen y
desaparecen constantemente, lo malo es que son tan pequeñisimos - mil millones de veces más pequeños que un centímetro- y estoy seguro que no podría introducirme en uno de ellos, para traer del pasado mi trompo punta de hacha
con el que jugaba de niño.
Ojalá algún día construyan una máquina que sea capaz de estirar los agujeros de gusano, a un tamaño en la que un hombre podría pasar y así realizar un viaje a través del tiempo.
Ojalá algún día construyan una máquina que sea capaz de estirar los agujeros de gusano, a un tamaño en la que un hombre podría pasar y así realizar un viaje a través del tiempo.
Pero hay un problema con los viajes en el tiempo hacía el pasado, aquí aparece lo que el gran Stephen Hawking postula: la Paradoja del Científico Loco ( una actualización de la llamada paradoja del abuelo).Imaginemos
que un científico -está tan loco que quiere ver como muere en el
pasado- logra atravesar el agujero de gusano y llega a otra dimensión en
el tiempo, estando en el pasado, este científico decide meterse un
tiro, la pregunta es ¿Quién disparó el arma? ¿Cómo es posible que alguien se mate en el pasado y viva en el futuro a la vez?, ésta es la
paradoja.
Esta postulación contradice una ley fundamental de la física: las causas anteceden a los efectos, nunca jamás en el sentido contrario.
Esta postulación contradice una ley fundamental de la física: las causas anteceden a los efectos, nunca jamás en el sentido contrario.
El viaje al pasado por lo tanto es inviable, pero ¿Podríamos decir lo mismo con los viajes al futuro?
Teoría II: Los Agujeros Negros:
Habíamos manifestado que
el tiempo podría comportarse como un río, es decir , que puede ir más
rápido en ciertos lugares del espacio. Básicamente el principio se
centra en la masa de los objetos. Esta idea fue
propuesta por Albert Einstein hace cien años, al darse cuenta que hay
lugares donde el tiempo corre más lento y otros donde se acelera. Por
ejemplo, alrededor de nuestro planeta existe todo un conjunto de
satélites, que conforman el sistema de posicionamiento global-GPS-, son
31 satélites que hacen posible la navegación satelital, si bien es
cierto todos trabajan sincronizadamente y en cada uno de ellos hay un
reloj muy preciso; estos relojes, a pesar de ser tan exactos, ganan
alrededor de un tercio de mil millonésima de segundo,
todos los días, por lo que cada cierto tiempo tienen que ajustarse, de
lo contrario la navegación sería un caos total. Esto demuestra que el
tiempo corre más rápido en el lugar donde están los satélites, que en
está habitación donde redacto este blog.
Concluimos que el tiempo corre más lento en lugares cercanos a una gran masa. Podríamos
conseguir una gran estrella de neutrinos , y colocarla cerca a
nosotros, pero como sé que será imposible, los más factible es pensar
-como dice el prof. Stephen Hawking- en un agujero negro.
Justo en el centro de nuestra galaxia a 26 mil años luz de nuestro
planeta, con una masa de 4 millones de soles, unidos en un mismo punto
por su propia gravedad, con más de 24 millones de kilómetros de
diámetro, tenemos un agujero negro, esto es una máquina del tiempo
natural.
Sería suficiente
conseguir una nave espacial que viaje alrededor del agujero negro a la
velocidad y orbita adecuada para no ser absorbida por este monstruo
cósmico. Si una agencia espacial ubicada en la tierra, controlara la
nave, se daría cuenta que una vuelta por el agujero negro, tardaría 16
minutos, pero para los tripulantes de la máquina el tiempo correría más
lento. El tiempo de la tripulación se reduciría a la mitad, es decir 8
minutos. En cada vuelta ellos experimentarán la mitad de tiempo, que el
que transcurre en otros lugares. Ahora imaginemos que yo estoy en esa
nave, actualmente tengo 35 años -estamos en el 2013- y mi hijo menor, Abel David -el hijo
amado- tiene un año. Si yo estaría 35 años en el espacio dando vueltas
alrededor del agujero negro y decido volver, acá en la tierra,
hubieran transcurrido 70 años, por lo que mi hijo sería mayor que yo
-tendría 71 años- , y en nuestro esperado encuentro probablemente nos
veríamos idénticos, ya que según mis familiares, Abelito se parece
mucho a mí, para su mala fortuna, claro está.
El gran problema de esta teoría es que viajar cerca a los agujeros negros es muy peligroso.
Teoría III: Viajar a casi la velocidad de la Luz
Esta teoría podría tener
mayor posibilidad de concretarse, para Hawking viajar a través del
tiempo, se daría si es que viajamos tan rápido, incluso poco menos que
la velocidad de la luz-para no romper con las leyes físicas-.Esta
velocidad nos transportaría al futuro. Según Stephen, si se tuviera un
tren que daría 7 vueltas a la tierra por segundo, para conservar las
leyes físicas, el tiempo empezaría a transcurrir mas lento a bordo,
como si estuviéramos en un agujero negro, pero en mayor medida, como
en cámara lenta. Aunque la afirmación suena un poco descabellada, Brian Cox,
físico de partículas de la Universidad de Manchester, apoya la teoría
basado en algunas observaciones hechas en el Gran Colisionador de
Hadrones: “Cuando aceleramos partículas diminutas al 99.99% de la
velocidad de la luz en el LHC de Ginebra, el tiempo transcurrido para ellas es un sietemilésimas más lento del que medimos con nuestros relojes”.
En Conclusión, si
queremos viajar al futuro, simplemente tenemos que ir muy rápido, algo
que sólo se puede dar en el espacio. Deberíamos por tanto crear un nave
2,000 veces mas rápida que el Apolo, de gran tamaño y que pueda cargar
gran cantidad de combustible, lo suficiente para acelerarla a casi la
velocidad de la luz. Después de largos cuatro años, nuestra nave
empezaría a viajar en el tiempo, por cada hora en la nave, pasarían dos
horas en la tierra. Después de otros dos años de velocidad máxima, la
nave llegaría al 99% de la velocidad de la luz. Entonces un sólo día en
la nave representaría un año en la tierra. Esta nave viajaría en el
futuro.En una semana, la nave viajaría cien años en el futuro.
Según lo expuesto, de
acuerdo a las apreciaciones científicas del Profesor Hawking, es
posible viajar en el tiempo, con lo que parte de mi inquietud infantil
ha sido resuelta. Espero haber contribuido en la difusión de este tema
tan interesante.
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