Quizás la pregunta con la
que titulo ésta entrada, ha cautivado tu curiosidad. Quizás mientras desplazas
tus retinas de izquierda a derecha leyendo estas líneas, tu mente se introduce
en un armonioso letargo reflexivo, y te estás preguntando ¿Soy verdaderamente
feliz? ¿Qué me hace feliz? ¿Dónde
encuentro la felicidad? ¿Con la felicidad se acaban los problemas? ¿Si me gano la lotería, seré feliz? ¿Si
obtengo mi Phd en Harvard viviré
tranquilo? ¿Si alcanzo la presidencia global de una trasnacional, viviré
alegre?.
Quizás los cuestionamientos
descritos no alcancen a todo el conjunto de preguntas que te estarás planteado,
con respecto a la felicidad, y a lo que ésta implica o involucra en la vida
del hombre, sobre todo en tu vida,
pero al menos pienso que son las más representativas sobre este misterioso
tema.
Cuando hablamos de felicidad es inevitable el detenernos un momento -como quién respira hondo antes de tomar una decisión fundamental- y hablar del
sufrimiento. Podemos decir que existe una relación inversamente proporcional
entre felicidad y sufrimiento.
Lo que podría adelantar sobre el sufrimiento -luego escribiré sobre éste estado mental del ser humano- es que, es la incongruencia del modelo mental que ha sido diseñado o programado en nuestro cerebro, con lo que realmente está pasado o viviendo una persona. Por ejemplo: una mujer que construyó en su cerebro un modelo mental de esposo, de hijos, de vida, de familia, sin embargo la realidad que le toca vivir es totalmente distinta a su sueños. Ella soñó casarse con un príncipe azul y tener tres hermosos hijos, pero lo real es que está casada con un remedo de un terco y obtuso señor feudal, y lo peor, ella no puede tener hijos. Es realmente interesante este análisis, pero puedo inferir que a veces sufrimos en vano.
Lo que podría adelantar sobre el sufrimiento -luego escribiré sobre éste estado mental del ser humano- es que, es la incongruencia del modelo mental que ha sido diseñado o programado en nuestro cerebro, con lo que realmente está pasado o viviendo una persona. Por ejemplo: una mujer que construyó en su cerebro un modelo mental de esposo, de hijos, de vida, de familia, sin embargo la realidad que le toca vivir es totalmente distinta a su sueños. Ella soñó casarse con un príncipe azul y tener tres hermosos hijos, pero lo real es que está casada con un remedo de un terco y obtuso señor feudal, y lo peor, ella no puede tener hijos. Es realmente interesante este análisis, pero puedo inferir que a veces sufrimos en vano.
El 20 de marzo se celebra el día
mundial de la felicidad, día promovido por la ONU para motivar a los ciudadanos
de este minúsculo planeta a que sean felices .El tema parece baladí y
superficial, sin embargo, es fundamental para el desarrollo adecuado de la
humanidad y también para las empresas, ya que se ha comprobado que el trabajador ,
mientras más feliz es, más productiva será.
Inclusive algunos países están a
la vanguardia, por ejemplo en algunos países asiáticos, existe el llamado
Ministerio de la Felicidad, creado con la finalidad de generar normas
orientadas a garantizar o promover éste estado de ánimo. Se propone que, así como el PBI (Producto Bruto Interno)
es un indicador de desarrollo de un país, debe existir el IFB (Indicador de Felicidad Bruta), como un indicador del desarrollo social y humano del país.
El mundo actual, estigmatizado
con el paradigma neoliberal del materialismo, el consumismo, individualismo;
plantea que el bienestar y la felicidad la obtienes en la medida que poseas más
dinero, y sobre todo, las cosas que con
éste puedes adquirir. No obstante, está comprobado, que una vez satisfechas las necesidades básicas con
el dinero, el ser humano deambula como un sonámbulo en una noche fúnebre, en
busca de la tan ansiedad felicidad.
Yo pregunto, ¿Quién será más feliz, un monje budista o un alto ejecutivo del Sillicon Valley?. Creo sin temor a equivocarme que más del 90 % de los consultados expresará que el primero, a pesar de anhelar llegar a ser,ese alto ejecutivo. ¡Algo paradójico, verdad!.
Yo pregunto, ¿Quién será más feliz, un monje budista o un alto ejecutivo del Sillicon Valley?. Creo sin temor a equivocarme que más del 90 % de los consultados expresará que el primero, a pesar de anhelar llegar a ser,ese alto ejecutivo. ¡Algo paradójico, verdad!.
Para obtener el IFB, es necesario
tener métricas o indicadores en la población de un país. Felizmente no es complicado
determinar que tan feliz eres –desde el punto de vista científico- ya que nuestro
organismo es una vasta y compleja fábrica de componentes químicos, hormonas,
catalizadores y neurotransmisores. La Oxitocina y la Serotonina, son dos
neurotransmisores que están relacionadas a la felicidad y la depresión. El aumento o disminución de
estos determina cuan feliz o menos feliz eres, al menos influyen en tu estado anímico.
Podemos realizar algunas técnicas
comprobadas para ser felices , describo
algunas:
- Incrementar y fomentar la relaciones humanas, sobre todo los lazos familiares. La soledad es perjudicial.
- Acercarse a la Naturaleza. La luz sol es un factor que incrementa la serotonina.
- Hacer lo que realmente te gusta. Con ello serás más creativo e innovador.
- Acércate a DIOS. Está comprobado que las personas verdaderamente religiosas segregan más oxitocina en la sangre que las que no.
- Comer Garbanzos. Estos poseen moléculas de Serotonina. Científicos israelíes, están fabricando fármacos a partir de los garbanzos.
Esperemos que el estado o alguna
institución, ponga en el tintero este tema tan importante para el país, y la población. Que pueda valorar el verdadero
concepto de la felicidad, que no está necesariamente vinculada al bienestar material,
si no por el contrario, que se adopten medidas necesarias para que la población tenga las herramientas para
buscar en su propio entorno y en su alma,cuerpo y mente, la verdadera felicidad.
Quizás, así como se traen a expertos en marketing o la teoría de la atracción, se hagan los esfuerzos por traer, por ejemplo, al Dalai Lama con la finalidad de brindar una conferencia sobre la felicidad verdadera.
Quizás, así como se traen a expertos en marketing o la teoría de la atracción, se hagan los esfuerzos por traer, por ejemplo, al Dalai Lama con la finalidad de brindar una conferencia sobre la felicidad verdadera.
La pregunta aún sin responder es ¿Eres Feliz?.
ZAYE.
ZAYE.