Quiero empezar este artículo expresando mi gran interés por la poesía. Por aquella gracia divina que se nos ha dado para poder expresar en frases sublimes y armoniosas la profundidad del sentir humano, sobre todo, de aquel sentimiento que prosaicamente denominamos: el Amor.
Escrute detenidamente este fragmento del Poema 20, de Neftalí Reyes Basoalto, conocido como Pablo Neruda:
“Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso. “
Escribir, por ejemplo: La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso. “
Quizá usted haya degustado de la poesía de Gustavo Adolfo Becker. Aquí un fragmento de uno de sus más conocidos poemas:
“Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales,
jugando llamarán;
pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha al contemplar;
aquellas que aprendieron nuestros nombres,
esas... ¡no volverán!”
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales,
jugando llamarán;
pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha al contemplar;
aquellas que aprendieron nuestros nombres,
esas... ¡no volverán!”
Dispénseme el atrevimiento, pero le comenté al inicio mi gran interés por la poesía, es por eso que le muestro un fragmento de unos remedos de poemas, que a veces se me ocurren escribir:
“En la madrugada fría
te contemplo siempre virgen;
con estos ojos que eligen
la sempiterna osadía
de amarte sin apatía;
con mi pulcritud viril
y este deseo febril,
caminaré paso a paso ,
evitando el ruin fracaso
de cascar lo más sutil. “
te contemplo siempre virgen;
con estos ojos que eligen
la sempiterna osadía
de amarte sin apatía;
con mi pulcritud viril
y este deseo febril,
caminaré paso a paso ,
evitando el ruin fracaso
de cascar lo más sutil. “
No comentaré nada sobre las estructuras poéticas de cada uno de los fragmentos descritos porque no es lo importante para este artículo; sin embargo, déjeme decirle que el tipo de rima, la cantidad de sílabas en cada verso, y la cantidad de versos de un poema, denotan la complejidad literaria del mismo.
Ahora bien, empecemos a preguntarnos lo siguiente:
¿Cuál es el impulso que motiva a los poetas a escribir tan hermosas poesías?
Quizá la repuesta sea, “es que probablemente están enamorados”.
Estoy seguro que usted, a su edad, también ha pasado por este episodio en nuestras vidas tan emocionante; plagado de sensaciones extraordinarias, de pasiones intensas, de jolgorio, encuentros furtivos, de perderse y encontrarse con el ser amado, perder la noción del tiempo, y hasta de comportarnos como verdaderos tontuelos a causa de este cóctel de sensaciones, que vulgarmente denominamos Amor.
Pero déjeme decirle que lamentablemente este Amor, que denominaremos Amor Romántico o Poético, simplemente no es Amor; al menos no es el verdadero Amor. Son tangencialmente opuestos, pero que por una extraña razón, en un determinado momento, esta dualidad Amor Romántico - Amor Real, debe coexistir para que se pueda formar y constituir el amor que va a trascender en la pareja, más allá del aspecto físico o de las hermosas composiciones poéticas.
Lo que trato de explicar es que, lo que denominamos Amor Romántico no es otra cosa que un variopinto conjunto de sustancias químicas que desprende nuestro sistema nervioso central. Asi de simple y tajante. Sus emociones, su suspirar, su palpitar y el hormigueo en el estómago, son sólo las emanaciones de las travesuras que realizan un tipo especial de moléculas en nuestro cerebro: los neurotransmisores. En medio de mi impericia en el tema, quisiera describir algunas de estas moléculas, y plasmar de manera superficial -como las pincelas iniciales de un pintor- la forma como estos neurotransmisores moldean, a su verdadero antojo, nuestro comportamiento.
La Dopamina
Recuerde la primera cita con el ser amado. Con aquel ser que aún le roba suspiros internamente. Estoy seguro que en ese día, usted estaba pendiente de cada detalle. La forma de su rostro, el color y forma de sus ojos, la textura de sus labios, el tono de voz, el vaivén del cabello, la forma de caminar, sus manos, su cuerpo, etcétera. Este comportamiento consiste en escanear cada detalle del ser que se ama ( en teoría), sobre todo en los primeros días de la relación. Los científicos denominan a esta característica como la de Focalizar la Atención en el Objetivo. Quizá usted haya obviado muchas cosas externas, por concentrarse en la persona que despierta el interés de su amor, en su objetivo. Esta forma de actuar es consecuencia del accionar de la Dopamina.
Otro síntoma de la presencia de Dopamina en nuestros cerebros, son las ganas intensas de estar cerca de la persona amada. Quizá, mientras lee este artículo, su memoria inicia la sublime tarea de recordar aquellos momentos en la que usted se desesperaba por estar cerca del ser amado. Inclusive, podrá recordar las travesías y travesuras que hacían con el objetivo de estar cerca y sentir el aroma del otro(a). Lo curioso es que, si la relación se encuentra en peligro, inexplicablemente nuestro cerebro genera mayor cantidad de Dopamina, originando un empecinamiento casi brutal por mantener la relación. A este fenómeno, se le conoce como el Efecto Romeo y Julieta, y efectivamente, los amantes pueden hasta acabar con su vida cuando no ven en el horizonte algún mecanismo que viabilice su relación ¡qué peligro!
La Norepinefrina
Como decía Deepak Chopra, nuestro cuerpo es un gran laboratorio químico. Pues bien, si la Dopamina se encargaba de estar alerta por cada detalle del ser amado, de focalizar la atención en el objetivo; esto no serviría de nada, si es que no interviene la Norepinefrina; que se encarga de grabar para siempre estos nuevos aspectos, o cada detalle nuevo en nuestro disco duro, en alguna parte de nuestras cien mil millones de neuronas. Nuestro cerebro comienza a producir cantidades desbordantes de este neurotransmisor. Ahora puedo entender y justificar la parte del Poema 20 de Neruda que a letra dice:” Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos”.
La Serotonina
La Serotonina
No todo se incrementa. En los momentos iniciales de la relación amorosa, este neurotransmisor disminuye su presencia en nuestro cuerpo. Pero ¿cuál es la consecuencia de este comportamiento?. Lo explico de manera práctica. Mientras yo estaba haciendo unos programas de computadoras, hace unos 12 años aproximadamente; se me venían a la mente los momentos que había pasado con mi enamorada –mi actual esposa- ;mientras sostenía una reunión con los usuarios finales, nuevamente el rostro de mi enamorada se hacía presente; mientras iba en el transporte público, también. Y así, en cuanta situación inesperada tenía ese pensamiento recurrente. Estoy seguro que usted también con su ser amado.
El objetivo entonces, es hacer que los acontecimientos nuevos captados por la Dopamina, y que han sido registrados en nuestra memoria por la Norepinefrina; aparezcan insistentemente en cada pensamiento. El enamorado sufre de pensamientos recurrentes. De allí que se piense sólo en el amado, no existe otra cosa más importante que él (ella).
Es importante remarcar que niveles bajos de este neurotransmisor es el causante de la depresión. A la Serotonina se le conoce como la hormona de la felicidad.
Además, luego de las relaciones sexuales el mecanismo de compensación del cerebro, libera gran cantidad de Serotonina, produciendo el estado de satisfacción y relajación que ya conocemos.
Además, luego de las relaciones sexuales el mecanismo de compensación del cerebro, libera gran cantidad de Serotonina, produciendo el estado de satisfacción y relajación que ya conocemos.
La Endorfina
Es necesario sentirse bien al estar cerca de la persona que se ama. Sentirse con vitalidad, energía y sobre todo con alegría. Esos cosquilleos en el estómago, esas palpitaciones exageradas en el corazón, o esa piel de gallina reflejo de la felicidad, no son casualidad.
Recuerdo a un gran amigo mío, decir: ”amo las flores, amo el viento, amo la vida..”. Estaba enamorado de una señorita que sacaba copias al frente de la Universidad. Hoy está casado con una gran mujer y tiene dos hermosos hijos.
Todas estas condiciones no son otra cosa, que las manifestaciones de la Endorfina o Morfina Endógena. Este péptido se genera en la hipófisis y tiene un efecto inhibitorio del dolor, es un sedante similar a la morfina, que es un opioide externo. La Endorfina es, por decirlo de alguna manera, la Droga del Amor. Es por eso que el individuo se acostumbra al ser amado, porque quiere inconscientemente recibir su dosis de Endorfina, que lo hace sentir bien, es una droga natural.
La Oxitocina
La Oxitocina se conoce como la Hormona del Amor, es un neuropéptido cerebral de carácter estimulante. Se genera en el Hipotálamo y se libera en el torrente sanguíneo durante el orgasmo. Esta hormona se produce también al final del parto y junto con la Prolactina generan la leche materna. Este neuropéptido es el responsable de fortalecer los lazos afectivos, luego de la emoción inicial, y ayuda a mantener la relación por décadas, esto es lo más cercano al amor. Este neuropéptido también se genera con las caricias y los masajes, de allí la importancia de tener esta conducta para mantener una relación duradera.
Luego de analizar superficialmente los principales componentes químicos que intervienen, en lo que denominamos Amor Romántico, la pregunta lógica sería ¿qué es el amor verdadero o, el verdadero amor?
Para mí, es muy simple. El amor verdadero es una decisión y compromiso de vivir juntos, por el resto de los días. Es un camino muy extenso, donde aparecerán peligros y amenazas a la relación, pero que serán subyugadas por el compromiso y la decisión de vivir unidos.
Existen algunos(as), que anteponemos las reacciones de nuestras descontroladas moléculas por la de nuestro compromiso y nuestra palabra. Estas personas aún no disciernimos sobre nuestra existencia. Confundimos el caballo con el jinete. Confundimos nuestro cuerpo de moléculas con el accionar del espíritu, que actúa siempre buscando el bien.
En este ínterin y bajo la luz de esta verdad- que somos espíritu y también moléculas- la relación se hace fuerte como el acero y cualquier fuego, por más fuerte que sea, no lo podrá derretir. Ya no interesa, por ende, el ser físico, sino, el ser interior; porque el amor que surge del compromiso y la decisión es verdadero. Busca el bien del otro sin esperar nada a cambio. Su felicidad es la felicidad del otro. Créame usted que estas palabras dichas o expresadas en otra forma, las encuentra en los best sellers sobre la felicidad y desde luego, en la Santa Biblia.
En este ínterin y bajo la luz de esta verdad- que somos espíritu y también moléculas- la relación se hace fuerte como el acero y cualquier fuego, por más fuerte que sea, no lo podrá derretir. Ya no interesa, por ende, el ser físico, sino, el ser interior; porque el amor que surge del compromiso y la decisión es verdadero. Busca el bien del otro sin esperar nada a cambio. Su felicidad es la felicidad del otro. Créame usted que estas palabras dichas o expresadas en otra forma, las encuentra en los best sellers sobre la felicidad y desde luego, en la Santa Biblia.
el amor romantico es mas rico
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